«Eres lo que comes» es cierto, especialmente si consideramos cómo ciertos alimentos pueden afectar la salud cerebral. Estudios previos han destacado las verduras de hoja verde por sus beneficios cognitivos, mientras que el kéfir se ha relacionado con una mejor memoria y una disminución de los niveles de citocinas inflamatorias. Ahora, una nueva investigación ha descubierto que sustituir los snacks poco saludables por una opción específica —las nueces pecanas— también puede mantener la agudeza mental.

Esto es exactamente lo que encontró el nuevo estudio y cuántas nueces pecanas debes comer para experimentar sus beneficios instantáneos para el cerebro.

Las nueces pecanas están repletas de compuestos naturales que favorecen la salud del cerebro.

Esta nuez rica y mantecosa está repleta de más de 19 vitaminas y minerales, entre ellos vitamina A, magnesio, potasio, vitaminas B y zinc, según la Asociación Nacional de Descascaradores de Nueces Pecanas (NPSA).

Las nueces pecanas naturalmente no contienen sodio, son buenas para el corazón y una excelente fuente de proteínas y fibra.

Ahora, un nuevo estudio publicado en la revista Nutritional Neuroscience está creando conciencia sobre los beneficios de las nueces pecanas para la memoria y la función cognitiva. Esto se debe, en parte, a que, según los autores, las nueces pecanas «tienen la mayor cantidad de polifenoles de todos los frutos secos».

Los polifenoles provienen de «alimentos naturales con colores vibrantes», según Cleveland Clinic Health Essentials. Algunos ejemplos son los arándanos, las fresas, la cúrcuma y las verduras de hoja verde. Contienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que ayudan a combatir el estrés oxidativo, las enfermedades cardíacas, el envejecimiento de la piel y algunos tipos de cáncer. Los investigadores también creen que los polifenoles son beneficiosos para la salud cerebral.

Las nueces pecanas pueden mejorar la atención, la velocidad de procesamiento, la memoria y el aprendizaje.

Para el estudio, 31 adultos sanos (de 18 a 30 años) se dividieron aleatoriamente en dos grupos. En una sesión, un grupo bebió un batido enriquecido con nueces pecanas, mientras que sus compañeros consumieron un batido de chocolate (la comida de control). Los grupos intercambiaron las comidas en una segunda sesión. Ambos batidos contenían la misma cantidad de calorías, azúcar, fibra y contenido de grasa, aunque el batido de chocolate tenía un contenido significativamente mayor de grasas saturadas.

Una tercera persona se encargó de distribuir los batidos, por lo que ni los investigadores ni los participantes sabían quién bebía qué. Además, los participantes debían seguir una dieta específica (50-55 % de carbohidratos, 15-20 % de proteínas, 25-30 % de grasas y ningún alimento enriquecido con polifenoles) antes de cada sesión.

Al comienzo de cada sesión, se evaluó la somnolencia y la motivación de los participantes, y luego completaron 23 pruebas cognitivas diferentes. Después, bebieron uno de los dos batidos y volvieron a realizar las pruebas cognitivas después de una, dos, tres y cuatro horas. Los investigadores también recogieron y evaluaron sus muestras de sangre.

Los resultados del experimento mostraron que, tras beber el batido de nueces pecanas, los participantes obtuvieron mejores resultados en ocho pruebas: cuatro relacionadas con la atención y la velocidad de procesamiento, y cuatro relacionadas con la memoria y el aprendizaje.

«Este trabajo indica que incorporar nueces pecanas a la dieta de adultos jóvenes sanos puede generar importantes beneficios para el rendimiento cognitivo y podría llevar a que se consideren una fuente dietética que protege la cognición», concluyeron los autores del estudio.

Sin embargo, el estudio presentó limitaciones, especialmente en cuanto al tamaño de la muestra. Se necesitan más investigaciones, con un grupo de pacientes más diverso, para comprender mejor los beneficios a largo plazo de las nueces pecanas para la salud cerebral.

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